Llegando a ese local en la calle de Tonalá y por recomendaciones de varios amigos, conocimos un lugar en donde el aroma a café se percibe desde la puerta. Queríamos probar un café diferente, con carácter, así fue que caminando en el barrio de la Roma Norte descubrimos Alma Negra.
Platicamos con Tato, uno de los socios fundadores, quién nos contó que todo comenzó como un proyecto de amigos con la idea de algún día abrir una cafetería. Éste fue el inicio de lo que parecía sólo un sueño guajiro y lo que ahora se ha convertido en un espacio para rendir “un culto al café”.
Más allá de lo delicioso que es su café, y ¡vaya que nos encantó!, su historia llamó nuestra atención. Alma Negra, fundado por Tato, Matzuko y Gabriel, nació en 2014 con su primer local en la Narvarte, su corazón, y con el deseo de “hacer barrio”. Se creó con una inquietud, una necesidad y una necedad a la vez de tener una cafetería a la altura de sus expectativas y para tener un lugar diferente en esta zona, su barrio de toda la vida y el lugar en donde crecieron; un espacio en donde la gente pudiera degustar de un rico café, pero con carácter y en donde se cuidaran todos los detalles, desde el grano y la taza, hasta el método y el barista.

Fotografía: Cortesía de Alma Negra
"El nombre e imagen de Alma Negra evocan un sincretismo de la imagen masónica y alquímica referido al rito y al culto de preparar el café". —Tato Ruiz
En un inicio, Alma Negra era una fantasía,—"hasta cierto sentido, una jiribilla discursiva entre los que somos socios"—, nos platicó Tato, ya que podían pasar años y ese sueño sólo era algo de hablarse. Hasta que un día, en un cumpleaños de Gabriel, salieron a andar en bici en su barrio, y dándole vueltas a ese asunto empezaron a ver locales; justo ese día, se encontraron con ese localito en la Narvarte.
Ideal para cuando vas con prisa, o no, su espacio que invita a quedarse te inspirará confianza desde la primera visita que hagas, ya que el servicio es personalizado y te hace sentir como en casa. En el local de Alma Negra en la Narvarte podemos confirmar la frase “de lo bueno, poco” o en este caso “de lo bueno, pequeño”, ya que en ese mini espacio se logró un excelente trabajo arquitectónico, en donde su ambientación un tanto minimalista, invitan a pasar un rato agradable en esas mesas de madera; un lugar para sentarse con la computadora y trabajar, o como un punto de reunión para ver a los amigos.

Fotografía: Cortesía de Alma Negra
Existen para todos los gustos; ya sea la especialidad de la casa, “el gibraltar”, que puedes pedir frío o caliente, con base de café o té y es similar a un espresso cortado, delicioso en sabor y aroma y con mucho, ¡mucho carácter! También podrás pedir un clásico capuccino, o si eres de paladar frío, tendrás que probar sus cold brews, un tipo de bebida servido en las rocas y que puede ser tan versátil como tú lo prefieras, añadiéndole nitrógeno, por ejemplo, lo que le dará una textura aterciopelada y cremosa.
En cualquiera que sea tu elección percibirás un sabor con un toque que hace especial a su café traído directamente de diferentes fincas cafeteras del país, como la Chelín en Oaxaca, o la finca Tenajapa en la Sierra Madre de Chiapas. Además, no te puedes ir sin probar sus galletas y su pan hecho exclusivamente para Alma Negra por Panadería Costra (también de la Narvarte); te recomendamos el croissant bicolor relleno de cacao o la tarta de plátano caramelizado con chocolate, serán perfectos para acompañar tu café.
Av. Universidad 420 A, Col. Narvarte | Tonalá 53, Col. Roma Norte
Ig: @almanegracafe | Horario: 8:00 a 21:00 hrs.
Por: Ana Tovilla
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